La inclusión financiera y su contribución al logro de los objetivos de desarrollo sostenible

Editorial
La inclusión financiera y su contribución al logro de los objetivos de desarrollo sostenible

Son muy variados y decisivos los estudios que se han realizado respecto de la incidencia positiva de la Inclusión Financiera en los caminos orientados hacia la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible - ODS, cuyas metas se han establecido hasta el año 2030.

Según cada estudio también varía la identificación del número de ODS que se ven positivamente influenciados por la inclusión financiera lograda por las personas que no eran parte de los sistemas financieros de nuestro país.

El reto que me he impuesto en esta ocasión es identificar aquellos ODS que se ven directamente relacionados con las ventajas y oportunidades que genera la inclusión financiera. Dicho de otro modo y en contrapartida, mostrar las enormes desventajas y los impactos negativos de quienes aún los aqueja la exclusión financiera y casi en la totalidad de las veces, también la exclusión social.

Aunque podría argumentarse, y con toda razón, que los ODS, en los que más incide la Inclusión Financiera son, la pobreza (ODS1) y el hambre (ODS2), quizá conviene, por la relevancia de la salud y el bienestar (ODS3), reconsiderar esta priorización.

La insuficiente cobertura de los servicios públicos de salud ya sea por efectos del desempleo, la ineficiencia de los sistemas de seguridad social o las crisis en las que se encuentran las instituciones públicas prestadoras de estos servicios, dejan de lado y por lo tanto excluyen a las personas que requieren de atenciones en la mayoría de los ámbitos, tanto de manera individual como para los integrantes de su familia.

Al no tener posibilidades de acceder a los servicios públicos de salud y tampoco a los servicios privados debido a la marcada limitación de sus recursos, para estos ciudadanos quedan totalmente anuladas las opciones de superar y mucho menos de prevenir riesgos inherentes a la salud familiar.

Queda al margen de sus posibilidades el cuidado y monitoreo de mujeres embarazadas; el control prenatal de los niños en gestación; las atenciones post parto para la madre; la alimentación y cuidados apropiados para el neonato; la nutrición apropiada de niños menores de 2 años, período en el que está en juego su desarrollo físico, psíquico y neurológico; los cuidados y prevención de enfermedades que primordialmente requieren los niños en etapa preescolar, escolar y hasta la adolescencia. En fin, la lista de carencias es muy extensa e interminable si sumamos los temas de salud y bienestar de los jóvenes, de los adultos y de las personas de la tercera edad.

Sin embargo de que lo descrito en el párrafo anterior es muy relevante, nada lo es como el escenario en el que se ven envueltas decenas de miles de personas, al perder su salud y enfrentar a la muerte porque no tienen otra opción. Con la Inclusión Financiera, al generarse opciones de vinculación con el sistema financiero y con los productos y servicios ofertados por sus instituciones representantes, las personas tienen otras alternativas, otras posibilidades, se generan caminos y se les abre puertas para superar al menos en parte estas condiciones de exclusión.

En las instituciones financieras se encuentran disponibles servicios complementarios que tienen que ver con: micro seguros de salud con cobertura no solo para el propietario de la cuenta corriente o de ahorros sino también para toda la familia; servicios de asistencia y opciones de atención en todas las especialidades; y además, cubriendo la causa más importante de exclusión, con precios asequibles para personas de bajos ingresos.

También se han generado programas específicos para la inclusión financiera de las mujeres, microempresarias, jefas de hogar, en los que se combina el cumplimiento de requisitos financieros para acceder a un crédito con las atenciones mínimas y obligatorias que deben observar en el campo de la salud. Estos programas incorporan la mayoría de las veces etapas preventivas para la detección de cáncer; acompañamiento y atención antes, durante y después del parto; campañas dirigidas primordialmente a contrarrestar la desnutrición crónica infantil. No faltan las campañas de educación, prevención y hasta de vacunación.

Estos servicios y programas puestos a disposición de las personas que constituyen la base de la pirámide son muy importantes porque en la mayoría de los casos son la única oportunidad que tienen para superar momentos críticos de salud y se convierten en la tabla de salvación ante la disyuntiva de la vida o la muerte.

La reducción de la brecha de género en la exclusión financiera es tan importante que, de manera similar, las instituciones microfinancieras han creado productos y servicios diseñados para las necesidades específicas de las mujeres.

El siguiente nivel lo constituyen los proyectos y programas creados e implementados para la inclusión financiera de mujeres y hasta se aplican metodologías crediticias y de ahorro pensadas e implementadas para mujeres, como es el caso de la metodología de Banca Comunal. Muchos son los ejemplos que podrían compartirse en este ámbito, y además muy exitosos en nuestro país y alrededor del mundo, para denotar la contribución de la Inclusión Financiera al ODS5 – Igualdad de Género.

Aunque el proceso evolutivo hasta llegar al concepto de Inclusión Financiera amerite un análisis interesante y más profundo, si tomamos en consideración exclusivamente su génesis, el microcrédito, llegamos al punto preciso para resaltar la importante vinculación que tiene la Inclusión Financiera con las actividades unipersonales, microempresariales y de apoyo a la pequeña empresa. En estos sectores productivos se encuentra alrededor del 90% de las empresas existentes en nuestro país y generan la mayoría de los puestos de trabajo ya sean formales o informales.

Las opciones de acceso y uso a productos y servicios financieros ofertados por las instituciones integrantes del sistema financiero, brindadas a las personas integrantes de micro y pequeñas empresas, ya sea para el desarrollo o el crecimiento de estas, tiene una relación directa con el cuidado de los puestos de trabajo. No solo eso, el autoempleo en el caso de negocios unipersonales, y la generación de puestos de trabajo en las empresas que logran índices de crecimiento que justifica la contratación de personas adicionadas a su propietario, son elementos demostrativos que la Inclusión Financiera, también contribuye al ODS8 – trabajo decente y crecimiento económico.

Con este breve análisis, se puede concluir que la incidencia de la Inclusión Financiera en el cumplimiento de los ODS nombrados es positiva y en momentos hasta determinante.

El desarrollo económico y social de nuestro país tiene también como factor determinante la Inclusión Financiera, la cual debería apreciarse de una manera más enfática desde los ámbitos gubernamentales, visualizarse como una Política Pública indispensable para principalmente beneficiar a los ciudadanos excluidos financieramente y a su vez honrar la suscripción del cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

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