Educación social y financiera: la clave para la inclusión de mujeres

Visión internacional
Educación social y financiera: la clave para la inclusión de mujeres

Rocío Pilar Andía

Rocío Pilar Andía
Coordinadora Regional de América Latina y el Caribe
Aflatoun Internacional

Cristina Peña

Cristina Peña
Gerente Regional de América Latina y el Caribe
Aflatoun Internacional

En la última edición de la serie anual que elaboran ONU Mujeres y UNDESA, "Avances en los Objetivos de Desarrollo Sostenible: La instantánea de género 2023", donde se presentan las iniciativas intersectoriales con relación al ODS 5, se subraya que, a sólo siete años del 2030, se necesitan más acciones para promover la igualdad de género. Además, se señala que el derecho de las mujeres a participar plena y equitativamente en la economía sigue sin realizarse, entre otras cosas, por la falta de acceso a educación financiera de calidad, lo que obstaculiza la capacidad de las mujeres para participar en el sistema financiero formal.

Cuando hablamos de igualdad de género, nos referimos a que todas las personas tienen los mismos derechos, responsabilidades y oportunidades, sin ningún tipo de distinción. Esto implica que las percepciones, intereses, necesidades y prioridades de todos y todas deben ser valoradas por igual en los procesos de planificación y toma de decisiones.

Los obstáculos vinculados al empoderamiento económico de las mujeres están relacionados con la falta de oportunidades económicas y financieras. Aun cuando muchos de los programas de inclusión financiera que se llevan a cabo actualmente en la región pueden ayudar a aumentar el acceso y el uso financiero y mejorar la vida de las mujeres, como los vinculados a la digitalización de los pagos en efectivo, es necesario abordar la educación financiera de las mujeres jóvenes y las niñas como medio para mejorar su empoderamiento económico. Los derechos dejan de tener significado si el individuo carece de las habilidades y conocimientos necesarios para hacerlos realidad. Así, el empoderamiento derivado de la educación social y financiera representa la expresión pragmática de la Declaración universal de Derechos Humanos de las Naciones Unidas y la Convención sobre los Derechos del Niño.

En este sentido, es importante que la educación financiera no se limite simplemente a enseñar a las niñas y mujeres jóvenes sobre los sistemas financieros, obtener rendimientos de la inversión o iniciar negocios exitosos, sino que también debe incluir el empoderamiento económico para lograr la igualdad de género, reducir la pobreza y generar crecimiento económico.

Para dar respuesta a estas necesidades, Aflatoun Internacional desarrolla planes de estudio, basados en el concepto de educación social y financiera como una herramienta que tiene el potencial, a nivel micro, de empoderar a los participantes y, a nivel macro, ayudar a los países a cumplir los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Por educación social nos referimos a ayudar a los niños, niñas y jóvenes a comprender sus derechos y responsabilidades para tomar decisiones informadas sobre su participación en los sistemas cívicos, sociales y económicos. La educación financiera engloba los conceptos y habilidades necesarios para administrar los activos personales, que incluyen ganar, ahorrar, planificar, gastar y la idea de intercambiar valor, así como habilidades empresariales.

Si bien todos los contenidos de Aflatoun incorporan la perspectiva de género de manera transversal, entendiendo que la igualdad de género es un derecho humano fundamental, una condición previa y un indicador del desarrollo sostenible y de crecimiento económico, se diseñó un contenido con enfoque en equidad de género llamado Aflateen+, que ofrece educación social y financiera con recursos de aprendizaje en salud y derechos sexuales y reproductivos. Los estudios vinculados a la implementación de Aflateen+ muestran efectos positivos en las actitudes de ahorro de las adolescentes, en la frecuencia de ahorro reportada, y un incremento en las probabilidades de tener planes de iniciar un negocio y seguir una carrera profesional.

Veinte años de experiencia en implementaciones Aflatoun a nivel global confirman que las esferas de educación social y financiera se refuerzan mutuamente, y se alinean con una serie de competencias clave y habilidades generales del siglo XXI.

Esto da como resultado no solo el desarrollo de habilidades sino cambios positivos de actitud y comportamiento de los participantes en los programas. Adicionalmente, de esta forma podemos aspirar al empoderamiento económico necesario para el cambio, y para que desde los diferentes lugares en los que estemos, podamos identificar aquellos elementos de valor para incorporar prácticas socialmente responsables, que contribuyan a la igualdad de género, promoviendo la inclusión financiera y desarrollo económico del país.

Actualmente Aflatoun está realizando un ensayo de control aleatorio (ECA) con dos brazos de tratamiento con diferente intensidad. El ECA analiza información relacionada con el empoderamiento "social y económico" de las niñas y niños participantes a través de los programas Aflatoun. La línea base mostró bajos niveles confianza y de "aspiración" de las niñas, así como desigualdad de género, y baja representación, lo que revela que el género juega un papel crucial en la determinación de la confianza y las aspiraciones de los participantes. Sin embargo, otros factores como el estatus social y el tipo de escuela también son determinantes potenciales que afectan el estatus económico de una persona. La pobreza obstaculiza la capacidad de un individuo para aspirar y establecer metas más altas, lo que lo lleva a quedarse estancado en su situación actual.

Los resultados preliminares muestran que la intervención no sólo educó a los participantes sobre los beneficios del ahorro y cómo funcionan los sistemas bancarios, sino que contribuyó a aumentar la autoestima y la confianza de las niñas, que son factores esenciales en la capacidad de un individuo para aspirar.

En conclusión, la educación social y financiera es la clave para la inclusión de las mujeres en tres dimensiones: mejorar el empoderamiento de las mujeres; fortalecer las relaciones entre las personas, en los espacios públicos y privados; y desafiar las desigualdades de género en las relaciones de poder, para el logro del crecimiento económico inclusivo.

Foto: AFLATOUN