La interoperabilidad de pagos en tiempo real: motor de una inclusión financiera efectiva

Punto de vista
La interoperabilidad de pagos en tiempo real: motor de una inclusión financiera efectiva

La interoperabilidad es un concepto fundamental para la modernización del ecosistema financiero y de los sistemas de pago. En el contexto de un sistema de pagos en tiempo real, la interoperabilidad consiste en garantizar que los usuarios del sistema financiero procesen transacciones de manera eficiente, segura y sin barreras, dejando atrás esquemas de redes de pago cerradas.

La reciente reforma, impulsada por la Junta de Política y Regulación Monetaria (JPRM), a la “Norma que Regula los Medios y Sistemas de Pago en Ecuador y las Actividades Fintech” marca un hito en el desarrollo del sistema financiero del país. Esta iniciativa refuerza el compromiso con la innovación y el acceso universal a los pagos digitales instantáneos, impulsando la eficiencia en los servicios financieros digitales, reduciendo la demanda de efectivo a nivel nacional e impulsando la inclusión financiera en el país.

Con la nueva normativa, se impulsa un ecosistema de pagos más integrado y dinámico, que busca ampliar la cobertura de estos servicios a toda la población, disminuyendo las brechas de inclusión y ofreciendo soluciones modernas para facilitar la vida de las personas y el desarrollo de los negocios. Además, fomenta el uso de los pagos electrónicos, permitiendo mayor accesibilidad, eficiencia y trazabilidad en todas las transacciones.

En la actualidad, la inclusión financiera va más allá de abrir una cuenta o acceder a un crédito. Se trata de garantizar que todas las personas, sin importar su nivel de ingresos, puedan participar plena y formalmente en la economía digital. En este sentido, la interoperabilidad de pagos en tiempo real cumple un rol protagónico para derribar barreras, conectar a los usuarios del sistema financiero y ampliar el acceso a los servicios financieros.

La transformación del sistema de pagos en el Ecuador ha colocado a la interoperabilidad como un componente estructural. No se trata solo de una mejora tecnológica, sino de una estrategia integral que busca construir un sistema más inclusivo, competitivo y moderno, cumpliendo con estándares internacionales. El Banco Central del Ecuador (BCE), como responsable de administrar el Sistema Central de Pagos del país, lidera este proceso promoviendo la eficiencia, innovación, transparencia y seguridad de los medios de pago, y ejerciendo el control y la supervisión del Sistema Auxiliar de Pagos.

Bajo este mandato, la implementación de una plataforma interoperable de pagos en tiempo real se convierte en una política pública de relevancia nacional. Este tipo de soluciones permite que instituciones financieras como bancos, cooperativas, fintechs y nuevos actores operen bajo la misma normativa. Esto facilita que más personas, especialmente en zonas rurales o sectores históricamente excluidos, realicen inicialmente transferencias electrónicas instantáneas a través de un participante del sistema de pagos, y posteriormente accedan a servicios financieros digitales como pagos de servicios básicos, pólizas de inversión y créditos. De esta manera, la interoperabilidad de los pagos digitales se convierte en la puerta de entrada a la inclusión financiera.

La interoperabilidad tendrá un impacto de largo plazo en la vida de los ciudadanos. Al impulsar la competencia de los pagos digitales en tiempo real, se reducen significativamente los costos transaccionales para usuarios y comercios, beneficiando especialmente a los pequeños negocios que enfrentan barreras para aceptar medios de pago electrónicos. Además, se disminuye el uso de efectivo, lo cual mejora la trazabilidad de las operaciones, fortalece la seguridad y transparencia, y reduce los costos logísticos del sistema financiero. De esta forma, se abre la puerta a una mayor formalización de la economía y a una participación más activa de todos los sectores en el ecosistema de pagos.

Por otra parte, la interoperabilidad impulsa un entorno favorable para la inversión y la innovación tecnológica. Al establecer una infraestructura común, con estándares interoperables como llaves digitales, códigos QR estandarizados y directorios distribuidos, se habilita un ecosistema más competitivo, donde los proveedores de servicios de pago pueden ofrecer soluciones más eficientes, accesibles y con un impacto social positivo. Esto, a su vez, genera confianza en los usuarios, respaldada por mecanismos de protección al consumidor, esquemas de educación financiera y estándares robustos de seguridad.

De igual manera, este nuevo entorno representa una oportunidad para las fintechs, a fin de escalar sus servicios y ampliar su base de usuarios, integrándose de manera ágil y directa al Sistema Central de Pagos. La posibilidad de interoperar permite que estas empresas innovadoras lleguen a nuevos clientes, especialmente a aquellos que no están integrados en el sistema financiero, fortaleciendo así su rol como impulsadores de la inclusión financiera.

La regulación ecuatoriana se ha adaptado a esta visión, estableciendo principios como la neutralidad tecnológica, la portabilidad de servicios y la accesibilidad universal. Sin embargo, persisten retos importantes que atender, como la necesidad de fortalecer la educación financiera, promover la alfabetización digital y ampliar la conectividad digital. Resolver estos desafíos permitirá incrementar el alcance de la digitalización y profundizar el impacto positivo en la vida de las personas.

La interoperabilidad de pagos en tiempo real es el punto de partida hacia un sistema más eficiente e inclusivo. Desde el BCE, consideramos que la digitalización financiera, que hoy es una realidad en ciertos sectores, debe expandirse a todos los actores de la economía ecuatoriana. Que las personas en las zonas más alejadas, los pequeños comerciantes, las mujeres emprendedoras, los jóvenes sin historial crediticio y los trabajadores informales encuentren en los pagos digitales una puerta de entrada rápida y segura al sistema financiero.

La educación financiera es fundamental para que los beneficios de la referida norma y la transformación del sistema de pagos lleguen a toda la población. A pesar de los avances en materia de innovación e inclusión financiera, aún hay mucho camino por recorrer. Por ello, desde el BCE se impulsan campañas de educación, a través de su programa “Banco Central Cerca de ti”, a fin de que más personas se familiaricen y adopten los pagos digitales. Además, el Banco Central del Ecuador, en coordinación con actores públicos y privados, impulsará este tipo de iniciativas para asegurar que la transición hacia un sistema de pagos más digitalizado sea inclusiva para todos.

Cada transacción interoperable no es solo una transferencia electrónica, sino que representa un paso hacia un país más conectado a los pagos digitales, y con mayor inclusión financiera y oportunidades para todos.

 

Fotos: Banco Central del Ecuador y Freepik.es