El Ecuador es uno de los países de Latinoamérica con menor penetración del seguro privado respecto del PIB, 1.8% frente al 3.1% que es la media de la región, lo cual incide en que la Brecha de Protección, es decir, la relación entre la cobertura de seguros efectivamente adquirida y la que es económicamente necesaria y beneficiosa para la sociedad, sea del 76% en el año 2023, por encima del 60% del resto, por lo que la mayoría de las pérdidas y daños que se producen por riesgos indeseables deben ser solventados de manera poco eficiente, sin la ventaja del mecanismo que ofrece el contrato de seguros.
Para reducir la Brecha de Protección siempre será necesaria la creación del entorno adecuado para que los seguros puedan desarrollarse más fuertemente y creemos que los pilares fundamentales para que un entorno institucional sirva para este propósito son los siguientes:
Marco regulatorio y legal
Un entorno regulatorio sólido y adaptado es esencial para el desarrollo de los seguros inclusivos. Se requieren normas flexibles que promuevan la innovación en el diseño, la distribución y el uso de tales productos, y principios de buenas prácticas de mercado. Diversos estudios resaltan la alta correlación entre la existencia de normativa sobre microseguros y el desarrollo de este tipo de coberturas. Así, por ejemplo, el Estudio del Panorama de Microseguros 2024 elaborado por el Microinsurance Network destaca que entre los diez primeros países incluidos en el informe, en términos de penetración de mercado de los microseguros, solo uno no tiene una normativa aplicada o en desarrollo.
En Ecuador tenemos una normativa específica sobre microseguros desde el año 2024, misma que ha sido destacada a nivel mundial por la alta participación de los diversos sectores involucrados. Habiendo transcurrido un año desde aquel hecho, es un buen momento para analizar su impacto y realizar los ajustes necesarios para acelerar el desarrollo de estas coberturas.
La protección al consumidor es fundamental y para eso es necesario fortalecer la normativa que garantice una conducta de mercado basada en la transparencia hacia el usuario, procesos y trato justo en la atención de las reclamaciones, y regulación efectiva para garantizar que las aseguradoras cumplan sus compromisos y protejan a los clientes, todo esto para fortalecer la confianza.
La colaboración público-privada es fundamental, tanto para la promoción de los seguros inclusivos y microseguros, integrándolos en planes de desarrollo y protección social, así como en las alianzas para ampliar el alcance y reducir costos, pero también incorporar políticas que incentiven y faciliten la participación de las compañías de seguros para atender mercados no tradicionales, con programas gubernamentales que subsidien primas o respalden riesgos para incentivar la oferta de seguros en mercados de bajos ingresos. Este es un elemento de gran impacto pero lento desarrollo, por lo que es necesaria mayor interacción y dinamismo en las iniciativas colaborativas que se discuten, para beneficio de los usuarios. En Ecuador, organismos como el PNUD han venido trabajando con varios sectores para impulsar proyectos de seguros agrícolas y paramétricos que beneficien a grupos vulnerables, así como para incentivar el desarrollo de coberturas innovadoras de microseguros.
Educación y alfabetización en seguros
La comprensión de los seguros es crucial para su desarrollo, empezando por crear conciencia sobre los riesgos y su gestión eficiente, pasando por conocer los productos que ofrece el seguro privado para hacer frente a esas pérdidas, sus características, funcionamiento, el proceso de reclamación y otros derechos que tienen los asegurados.
Para esto será importante apoyar la Estrategia Nacional de Educación Financiera (ENEF) que impulsa la Junta de Política y Regulación Financiera y el Ministerio de Educación, y crear programas más específicos enfocados en comunidades rurales, mujeres, pequeños agricultores y emprendedores, usando canales accesibles como radio, talleres comunitarios o aplicaciones móviles.
Países como Brasil, México, Colombia y Perú cuentan también con políticas y planes nacionales para promover la educación financiera y sus resultados han sido muy reconocidos, pues han aumentado la conciencia, confianza y adopción del seguro, protegiendo a poblaciones vulnerables y reduciendo la brecha de protección en la región.
Infraestructura y canales de distribución
La accesibilidad es clave para llegar a poblaciones no aseguradas y en Ecuador se cuenta ya con la norma de canales alternos para usar la infraestructura de terceros que permita distribuir seguros de manera más eficiente y colaborativa, considerando a las ONG, asociaciones agrícolas, grupos de afinidad, microfinancieras, entre otras, para llegar a grupos específicos con productos adaptados. Tal vez estamos en el momento adecuado para evaluar su impacto, a fin de encontrar posibilidades de ajustes que aceleren la utilización de más canales.
En Latinoamérica, los canales tradicionales, tales como las instituciones financieras y microfinancieras, siguen siendo los principales para la distribución de seguros inclusivos, pero se vienen destacando nuevos esquemas con una variedad de nuevos participantes, como escuelas, grupos de afinidad, redes gubernamentales, empresas de servicio público y otros, incluyendo la irrupción de las empresas Fintech e Insurtech que usan la tecnología para ofrecer seguros inclusivos innovadores y con facilidades para la contratación, el pago de primas y procesos ágiles para las reclamaciones. Es crucial fomentar la creación y desarrollo de este tipo de actores.
Seguros inclusivos para el desarrollo de las personas y sociedades
Hay un compromiso del sector asegurador global para reducir la Brecha de Protección y esto significa que los seguros inclusivos y microseguros están en franco desarrollo. En el caso latinoamericano, el crecimiento de los seguros del 17% en 2023 ha superado el promedio global del 6%, y también los seguros inclusivos han contribuido en esta tendencia propia de los mercados emergentes. Comentaremos dos líneas que son las de mayor relevancia en el segmento de los seguros inclusivos y microseguros.
Los seguros de personas como el de vida y accidentes son largamente los más desarrollados y sus modalidades de cobertura se han venido diversificando hacia prestaciones que más interesan a los usuarios. Un caso de éxito relacionado con el seguro de vida y funerario es el de Guardian Life de Bangladesh, pioneros en seguros inclusivos desde 2015 y que en la actualidad protege a más de once millones de personas por año, utilizando asociaciones con instituciones microfinancieras para distribuir su cobertura y procesos adaptados a la realidad de los asegurados.
El seguro agrícola es el segundo de mayor importancia, especialmente en países del Asia-Pacífico, y en Latinoamérica es una cobertura que está en franco crecimiento, impulsada por nuevos esquemas como los seguros paramétricos. En 2023 se recaudó USD 3,700 millones a nivel global, siendo la India el país que contribuye significativamente en este segmento. También desde Bangladesh tenemos otra experiencia exitosa y es el caso de Green Delta Insurance, una aseguradora que en 10 años pasó de proteger a 200 agricultores hasta los 1.5 millones en la actualidad, utilizando los seguros de cosecha basados en índices meteorológicos.
Y un ejemplo de una iniciativa basada en tecnología y gran conocimiento en el desarrollo de soluciones de seguros inclusivos conjuntamente con sus socios estratégicos es la insurtech colombiana TuPrimero. La empresa desarrolla desde cero tanto el producto como los canales y el ciclo del servicio, ofreciendo una variada gama de productos, tanto para bienes como para personas.
El espacio para el desarrollo de nuevas ofertas de seguros es muy amplio, porque la Brecha de Protección así lo indica, y para fomentar los seguros inclusivos, el entorno institucional debe combinar regulaciones flexibles, educación accesible, canales de distribución innovadores, productos adaptados, apoyo gubernamental y confianza. Son estos pilares los que permiten que poblaciones vulnerables accedan a herramientas de protección financiera, reduciendo su exposición a riesgos y contribuyendo al desarrollo económico y social del país.
Foto: La Brecha de Protección en el Ecuador es bastante elevada, 76% para el año 2023, según estudio de Mapfre Economics. Imagen: Freepik.es