Desde la última década del siglo XX, las Organizaciones No Gubernamentales (ONG) con cartera de microcrédito han sido verdaderas arquitectas de inclusión financiera en América Latina. En Ecuador, su papel ha sido esencial para acercar servicios financieros a poblaciones históricamente excluidas, tanto en zonas rurales como periurbanas, donde el acceso tradicional al crédito ha sido limitado.
Estas organizaciones, con un enfoque profundamente humano y comunitario, han sembrado confianza, resiliencia y desarrollo económico mediante metodologías solidarias, programas de acompañamiento y una inquebrantable vocación de servicio.
Estas instituciones no son un fenómeno marginal. Según el Boletín N.º 39 de la Red de Instituciones Financieras de Desarrollo (RFD), en 2024 las ONG ecuatorianas con cartera de microcrédito canalizaron más de USD 146.6 millones en créditos, beneficiando a más de 81.000 personas.
Su impacto es especialmente notable entre mujeres, jóvenes, adultos mayores y personas con educación primaria, sectores usualmente desatendidos por el sistema financiero tradicional. Este dato cobra aún mayor relevancia si se considera que el 50% de estos créditos se otorgan mediante banca comunal o grupos solidarios.
Han invertido cerca de un millón de dólares en programas de educación financiera, capacitando al 55% de sus clientes. Estas acciones mejoran la comprensión y el uso responsable de los productos financieros, fomentando una cultura de ahorro, planificación y sostenibilidad económica.
Además, su presencia es decisiva en sectores estratégicos como agricultura, ganadería, acuacultura, pesca, comercio, servicios e industrias manufactureras, donde financian a microempresarios que sostienen buena parte de la economía real.
La inclusión financiera, como dimensión clave del desarrollo sostenible, requiere de un ecosistema plural e inclusivo. Las ONG con cartera de microcrédito ofrecen lo que muchos no pueden: cercanía cultural, flexibilidad operativa, conocimiento del territorio y metodologías adaptadas al riesgo de pobreza.
En este sentido, países como Bolivia, Perú y México han avanzado en el reconocimiento institucional de estas entidades. Bolivia habilitó la transición de ONG hacia Fondos Financieros Privados sin sacrificar su enfoque social.
Perú consolidó las EDPYME como un actor intermedio entre la banca comercial y la microfinanza solidaria. México incorporó a las SOFIPOs y SOFOMES en un marco regulatorio que garantiza acceso financiero con vocación social.
Ecuador cuenta con una base normativa sobre la cual construir. Las ONG microfinancieras operan bajo el marco de la Superintendencia de Economía Popular y Solidaria (SEPS), lo que les brinda una estructura formal y confiable.
El fortalecimiento institucional de estas entidades mediante una política pública robusta permitiría expandir su alcance, mejorar su sostenibilidad y multiplicar sus efectos positivos.
El rol de estas organizaciones trasciende el ámbito financiero: generan confianza, acompañan procesos productivos, capacitan a emprendedores, articulan redes económicas locales y promueven economías resilientes.
Reconocer y potenciar este aporte es clave para consolidar una estrategia nacional de inclusión que valore la diversidad de actores que ya están generando impacto concreto.
Es indispensable que instituciones públicas como la SEPS, el MIES, el Ministerio de Producción, la CFN, CONAFIPS y otros actores impulsen políticas públicas que fortalezcan a estas organizaciones como aliadas del desarrollo.
Impulsar una política que reconozca la especificidad operativa de las ONG microfinancieras significa apostar por una arquitectura financiera más inclusiva, con identidad territorial, alineada a los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Estas organizaciones han demostrado, con cifras y resultados, que su modelo funciona, que su presencia transforma y que su enfoque empodera. Hoy, más que nunca, son parte activa de la solución.
Indicador | Valor | Año | Fuente |
Monto total de microcréditos canalizados | USD 146.6 millones | 2024 | RFD, Boletín N.º 39 |
Personas beneficiadas | 81.000+ | 2024 | RFD, Boletín N.º 39 |
Clientes capacitados en educación financiera | 55% | 2024 | RFD, Boletín N.º 39 |
Fondos destinados a educación financiera | USD 1 millón | 2024 | RFD, Boletín N.º 39 |
Créditos bajo metodologías solidarias | 50% de la cartera | 2024 | RFD, Boletín N.º 39 |
Fotos: FACES Microfinanzas.