En el corazón del cooperativismo se encuentra un valor fundamental: la inclusión. En las cooperativas de ahorro y crédito, la inclusión no es una simple meta añadida al modelo de negocio, sino que está profundamente arraigada en nuestra razón de ser. Este enfoque se traduce en la creencia de que todos, sin importar su situación económica, deben tener acceso a servicios financieros que les permitan mejorar su calidad de vida y participar plenamente en la economía.
La realidad en el Ecuador revela que una porción significativa de la población rural se encuentra excluida del sistema financiero. Según datos del Banco Central del Ecuador, se estima que más del 60% de los habitantes de zonas rurales no tienen acceso a servicios financieros formales. Esta exclusión perpetúa la pobreza y limita las oportunidades de desarrollo personal y comunitario. Las cooperativas de ahorro y crédito, al estar orientadas hacia las necesidades de sus miembros, juegan un papel crucial en la inclusión financiera de estas poblaciones.
La inclusión se manifiesta a través de la creación de productos y servicios financieros diseñados específicamente para las realidades de los sectores más vulnerables. Esto incluye desde microcréditos accesibles hasta cuentas de ahorro sin requisitos prohibitivos. Sin embargo, la oferta de productos no es suficiente por sí sola; es aquí donde la educación financiera cobra una relevancia vital. Capacitar a los miembros sobre cómo gestionar sus finanzas, realizar un presupuesto y entender el funcionamiento del crédito es esencial para empoderarlos y permitirles tomar decisiones informadas que impacten positivamente en sus vidas.
La educación financiera no solo beneficia a los individuos, sino que también fortalece a la comunidad en su conjunto. Al fomentar una mayor comprensión de las herramientas financieras, se promueve una cultura de ahorro y responsabilidad económica. En las cooperativas, esto se traduce en un círculo virtuoso donde los miembros, al verse empoderados, se convierten en agentes de cambio dentro de sus comunidades. Esta dinámica no solo mejora la situación económica de los individuos, sino que también contribuye al desarrollo sostenible de la región.
Las cooperativas de ahorro y crédito fomentan la inclusión a través de la participación activa de sus miembros en la toma de decisiones. Este enfoque democratiza el acceso a las finanzas, permitiendo que las voces de mujeres, jóvenes y poblaciones indígenas sean escuchadas ahí mismo. La diversidad en la gobernanza no solo enriquece nuestras operaciones, sino que también fortalece la cohesión social, permitiendo que cada miembro sienta que tiene un lugar y un papel que cumplir en su cooperativa.
En definición, la inclusión es un valor intrínseco del cooperativismo que se traduce en acciones concretas para abordar la exclusión financiera. Con la oferta de productos adaptados y la promoción de la educación financiera, las cooperativas de ahorro y crédito desempeñan un papel fundamental en la creación de un entorno más equitativo. A medida que enfrentamos el desafío de incluir financieramente a las personas, es esencial recordar que este es un proceso continuo, en el que cada paso cuenta. En la Cooperativa de Ahorro y Crédito de la Pequeña Empresa de Pastaza Ltda., estamos comprometidos a seguir avanzando hacia un cooperativismo inclusivo, donde cada persona tenga la oportunidad de cumplir cada una de sus metas de desarrollo.
Fotos: CACPE PASTAZA.